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    Jared Kushner, el poderoso yerno por el que Trump podría esquivar una ley motivada por los Kennedy

    El presidente electo decidió nombrar al esposo de su hija Ivanka como asesor en la Casa Blanca, pese a leyes contra el nepotismo que lo impedirían.
    25 Jun 2016 – 11:24 AM EDT
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    Tras semanas de especulaciones, el presidente electo Donald Trump anunció este lunes que le ofrecerá a su yerno Jared Kushner un puesto como asesor en la Casa Blanca.

    “Kushner trabajará con el jefe de gabinete, Reince Priebus, y el estratega Stephen K. Bannon para ejecutar la agenda del presidente electo Trump”, dice el comunicado que envió el equipo de transición del presidente electo el lunes en la noche.

    Aunque era una movida esperada, expertos en ética aseguran que la incorporación de Kushner al equipo presidencial podría ser contraria a leyes federales que previenen el nepotismo. Su participación en las decisiones del presidente además generan dudas sobre los posibles conflictos de interés que podrían representar sus actividades empresariales.

    En 1967, después de la experiencia de John F. Kennedy al nombrar a su hermano Robert como fiscal general de Estados Unidos, se sancionó una ley que impide a un presidente y otros funcionarios a contratar familiares para oficinas o agencias que queden bajo su supervisión directa.

    Otros creen que una modificación que se le hizo a la ley en 1978 permite al presidente contratar personal de la Casa Blanca sin importar los condicionamientos que imponen otras leyes federales, y que la oficina presidencial misma no puede ser considerada una “agencia” de gobierno.

    ¿Quién es Kushner, el esposo de la hija del magnate, Ivanka, y cómo ha llegado tan cerca a la esfera más alta del poder?

    Un 'casi hijo' predilecto

    Después de que Trump despidió abruptamente a su jefe de campaña Corey Lewandoski en junio, el ojo público se enfocó en Kushner, quien pareció haber influenciado en esa decisión de su suegro.

    El joven de apenas 35 años, quien fue una presencia frecuente en los eventos políticos de Trump a través de la campaña, también, como Trump, es un acaudalado empresario inmobiliario, heredero de una extensa fortuna y dueño de uno de los periódicos más conocidos de Nueva York.

    Muchos consideran que el yerno de Trump, proveniente de una tradicional familia judía ortodoxa, tiene un impacto más fuerte del que es evidente sobre la campaña del virtual nominado republicano, y que su influencia entreteje aspiraciones personales del mismo Kushner para incursionar eventualmente en el panorama político nacional.

    "Honestamente, Jared es una persona muy exitosa en bienes raíces, pero en realidad creo que a él le gusta más la política que los bienes raíces. Y él es muy bueno en la política", dijo Trump durante su discurso de victoria en las cruciales primarias de Indiana en mayo, inmediatamente después de agradecer a sus principales estrategas de campaña.

    Tal vez los antecedentes de Kushner puedan dar una pista del alcance su influencia y sus pretensiones.

    Otro artista del negocio

    Nunca han tenido su propio reality show, pero al igual que los Trump, los Kushner son muy famosos en Nueva York por su exorbitante opulencia, intrigas familiares y excentricidades.

    En la última década, la empresa The Kushner Co. ha alcanzado más de $13,000 millones en transacciones de bienes raíces, y en la actualidad posee más de 20,000 apartamentos multifamiliares y 12 millones de pies cuadrados en espacio de oficinas, industriales y al por menor, repartidos por cinco estados del país.

    Kushner tuvo que hacerse cargo de la compañía familiar cuando apenas tenía 24 años, debido a circunstancias escabrosas. Su padre Charles Kushner, el presidente de la empresa, y un importante financista demócrata, fue condenado a dos años de prisión en 2005 bajo cargos de contribuciones ilegales a campañas políticas, evasión de impuestos y manipulación de testigos al tratar de silenciar a su hermana y a su cuñado, chantajeándolos con publicar un video sexual falso de ambos.

    No obstante su juventud, Kushner, quien para entonces se encontraba a la mitad de sus estudios en abogacía y un MBA en la Universidad de Nueva York, demostró una astucia natural para los negocios al heredar el imperio de su padre.

    En julio de 2006 compró el periódico semanal The New York Observer por $10 millones, usando el dinero que había ganado durante sus años universitarios, en los que, según le dijo al The Harvard Crimson, cerró múltiples tratos de edificios residenciales en Cambridge, Massachusetts,

    Varios medios aseguran que la presión de Kushner para cambiar el periódico a un formato tabloide y transformar las estrategias de ventas, convirtieron el rotativo en un medio rentable por primera vez en su historia.

    Sin duda su movimiento financiero más importante fue en 2007, cuando pagó $1,800 millones por la gigantesca torre de oficinas que ocupa casi toda una manzana cerca del Rockefeller Center. En ese entonces, ese era el precio más alto jamás pagado por un edificio en Nueva York. Kushner, sin embargo, no puso mucho de su propio dinero para cerrar el trato, financió parte de la compra con un préstamo grande y otro menor a cuotas de corto plazo. Semejante adquisición lo convirtió en una fuerte potencia de los bienes raíces en Manhattan.

    Cambio de bando político

    Después de que su suegro decidiera lanzarse a la presidencia por el Partido Republicano, a Kushner le tocó transformar sus lealtades políticas. Hasta hace muy poco apoyaba fuertemente a los demócratas.

    A través de su periódico The Observer, el joven empresario le dio su respaldo a la campaña presidencial de Barack Obama en 2008. Además ha donado más de $100,000 a comités demócratas y candidatos de ese partido, según los registros de la Comisión Federal de Elecciones.

    Entre los beneficiados de sus generosas donaciones está Hillary Clinton, quien recibió de Kushner un total de $6,000 entre el 2000 y 2003. También en 2013 le dio $20,800 a la campaña para el Senado de Estados Unidos de Cory Booker en Nueva Jersey, e hizo contribuciones a los senadores demócratas Charles Schumer, de Nueva York y Robert Menéndez de Nueva Jersey.

    En abril, The Observer creó una fuerte polémica al anunciar su respaldo a la campaña de Trump, no sin antes hacer la aclaración en la nota editorial de que las conexiones de la familia Kushner con la publicación "no eran la razón del apoyo".

    Se trata de "dar a millones de estadounidenses desilusionados un renovado sentido de propósito y oportunidad", dice el texto.

    El encargado de los discursos 'presidenciables'


    No está claro si Kushner apoya las políticas extremas de Trump, como la de crear un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México o la de negar temporalmente la entrada de musulmanes al país. Lo único que ha dicho sobre los planes de su suegro es que cree que será un presidente "grandioso".

    Sin embargo, el joven empresario ha estado trabajando tras bastidores para ayudarle al magnate a ganar la presidencia. Fue Kushner quien escribió el primer discurso 'presidenciable' de Trump en marzo pasado, cuando se presentó frente al AIPAC (Comité de Asuntos Públicos de Estados Unidos-Israel) y se estrenó con el teleprompter bajo el consejo de su yerno.

    También ayudó a establecer una reunión en enero entre Trump y una docena de líderes republicanos para tratar reparar la relación con los del establishment del partido, que para entonces querían impedir a toda costa que el magnate se quedara con la nominación.

    Una fuente le dijo a CNN que Kushner es quien le está ayudando a Trump a adaptarse a la realidad de recaudar fondos, ahora que su campaña ha quedado al descubierto por falta de dinero, según muestra el último reporte de la Comisión Federal de Elecciones publicado este martes.

    Incluso el mismo Lewandowski alabó la labor de Kushner poco después de su sorpresivo despido.

    "Él nos ha ayudado desde el principio", dijo el estratega electoral en una entrevista con CNN este lunes, en la que apuntó que el joven contribuyó al fortalecimiento de la campaña en redes sociales.

    "Mi yerno es judío y es fantástico"


    El matrimonio entre Kushner e Ivanka Trump en 2009 causó revuelo en los medios, no solo por la oficialización de la alianza entre las dos dinastías inmobiliarias, sino porque Ivanka, de familia católica, se convirtió al judaísmo para que la boda se pudiera efectuar.

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    A Trump le encanta mencionar la religión de su yerno cada vez que quiere demostrar su buena fe con Israel.

    "Soy un gran amigo de Israel", dijo Trump en un cabildo abierto en Las Vegas con a cadena Fox News en febrero, "Yo era el gran mariscal del desfile del día israelí. ... Mi yerno es judío y es fantástico, un tipo muy exitoso en el sector inmobiliario".

    Kushner y su padre fueron incluidos en el reporte de benefactores del AIPAC en 2015, una lista exclusiva del grupo de cabildeo de la que solo se puede hacer parte si se donan al menos 36.000 dólares.

    Hace dos años los padres de Kushner donaron otros 20 millones de dólares a un campus de una escuela de medicina en Jerusalén que ahora lleva sus nombres.

    Estas fuertes conexiones familiares le han servido a Kushner para convertirse en una especie de emisario de Trump con Israel.

    En diciembre pasado le organizó un viaje al magnate al país de Oriente Próximo, que el candidato canceló abruptamente después que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, repudió públicamente su propuesta de negar la entrada a Estados Unidos de los musulmanes, según reportaron varios medios.

    Este artículo fue publicado originalmente en junio de 2016, y fue actualizado el 9 de enero para reflejar el nuevo papel de Kushner en la naciente nistración.

    Vea también: Así es la lujosa nueva casa de Ivanka Trump en Washington

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