Donald Trump arremetió contra el juez Merchán, luego de que negara modificar la orden mordaza y el pedido de juicio nulo en el que insisten sus abogados.
“Este juez, lo que hizo, es una vergüenza”, dijo Trump.
El Tribunal cierra la sesión por hoy.
“Mi preocupación no es solo proteger a la señora Daniels o a un testigo que ya haya testificado. Mi preocupación es proteger la integridad de estos procedimientos en su conjunto”, dijo el juez Merchán al negar la solicitud de modificar la orden mordaza impuesta a Trump.
Además, el juez negó la nueva solicitud de anulación del juicio que volvieron a hacer los abogados de Trump.
La defensa del expresidente dice que el testimonio de Stormy Daniels fue perjudicial para Trump al entrar en detalles y pormenores del presunto encuentro sexual. Pero el juez Merchán dijo que los abogados de Trump abrieron la puerta a testimonios detallados sobre ese supuesto acto sexual cuando afirmaron en su declaración inicial que no había ocurrido ninguna relación sexual.
Por otra parte, los fiscales, además, ya no tienen la intención de llamar a Karen McDougal como testigo, según el abogado de Trump, Todd Blanche. McDougal era modelo de Playboy y comparte una historia similar a la de Stormy Daniels: recibió un pago por el cual no podría hacer pública su historia sobre una relación sexual con Trump.
Los abogados del expresidente pidieron que el juez Merchán levante la orden mordaza porque Trump quiere "responder" a Stormy Daniels públicamente, a lo que la Fiscalía responde que "parece que la defensa viviera en una realidad alternativa".
Todd Blanche, abogado de Trump, dice que "le preguntarán repetidamente al expresidente sobre lo que sucedió esa noche" con Stormy Daniels y que quiere poder responder en público.
Trump no puede hablar de ciertas partes del caso por la orden del juez, luego de que emitiera varios comentarios que pueden interferir con la causa. El juez Merchán multó a Trump con 1,000 dólares por infracción. La semana pasada, el juez multó a Trump por nueve violaciones anteriores a la orden de silencio.
Chris Conroy, de la Fiscalía, respondió a esa petición diciendo:
Conroy dice que los testigos sean lo suficientemente valientes "como para venir aquí bajo citación y decir la verdad bajo juramento no debería exponerlos” al aluvión de ataques de Donald Trump en medios y redes sociales.
Madeleine Westerhout, asistenta personal de Trump en la Casa Blanca, recuerda que Donald Trump y su entonces abogado personal Michael Cohen hablaron mucho en los días en que la historia sobre el pago a Stormy Daniels fue publicada.
"Recuerdo que (Trump) estaba muy molesto por esto", dijo Westerhout.
Westerhout también validó otros testimonios previos de que la Organización Trump enviaba cheques a la Casa Blanca para que Trump los firme. "La Organización Trump enviaba cheques y yo se los llevaba para que el presidente los firmara", cuenta.
Luego, detalla que Trump le entregaba la carpeta y ella los mandaba por FedEx a la Organización Trump.
Como testigo, Westerhout sirve a la Fiscalía para establecer una línea de tiempo de lo que estaba pasando en la Casa Blanca cuando la historia sobre el pago a Stormy Daniels estaba creciendo en los medios.
También habló de algunos os con David Pecker, jefe editor del sensacionalista National Enquirer, que era cercano a Trump y era fundamental para "captar y matar" las historias dañinas sobre el empresario y evitar que se publiquen.
La siguiente testigo es Madelaine Westerhout, quien fuera secretaria personal de Trump de 2017 a 2019 y exdirectora de Operaciones de la Oficina Oval hasta agosto de 2019.
Trump hizo la mayor parte de su trabajo en una sala lateral de la Oficina Oval, conocida como el comedor, dijo, por un “deseo de mantener el Resolute Desk muy prístino y mantenerlo más para reuniones”.
Antes de llegar a la Casa Blanca, Westerhout trabajó para el Comité Nacional Republicano (RNC), justo en los momentos en que se publicó la grabación de “Access Hollywood”, en la que Trump se jactaba de tocar a las mujeres sin pedirles permiso.
Recordó que como la publicación ocurrió apenas semanas antes de las elecciones de 2016, “inquietó al liderazgo" del RNC y que incluso se tuvieron conversaciones sobre cómo "podría reemplazarse al candidato (Trump)" si se tuviera que hacer.
Tracey Menzies, es vicepresidenta de producción en HarperCollins, una gran casa editorial.
Fue interrogada primero por la fiscal Becky Mangold. Su testimonio se centró mayormente en leer partes de un libro, con frases atribuidas a Donald Trump. El libro de 2007 fue escrito por Trump y otro empresario Bill Zanker.
El título en cuestión es "Piensa en Grande" (“Think Big”). Allí, Trump hace referencia a que la "lealtad" es lo más importante para él y que hay que castigar a los desleales.
En el libro, Trump dice que a los "desleales" hay que "hacerles la vida imposible".
Algunas de las frases más resonantes del libro de Trump leídas en la sala son:
"Mi lema es: siempre hay que vengarse. Cuando alguien te joda, devuélveselo aún peor”.
"La Organización Trump premia la lealtad y la hizo parte de la cultura".
"Valoro la lealtad por encima de todo: más que el cerebro, más que el impulso y más que la energía".
Tras el receso de almuerzo y un breve contrainterrogatorio de la defensa de Donald Trump, Rebecca Manochio, la empleada contable de la Organización Trump, finalizó su testimonio.
La abogada de Donald Trump, Susan Necheles, le preguntó a Manochio si interactuó con el presidente, Trump no.
"No", respondió.
La empleada contable confirmó previamente que Trump y Weisselberg hablaban cada día y que a la hija de Trump, Ivanka Trump, que trabajaba como asesora de su padre en la Casa Blanca, también le enviaron cheques para que los firmara.
Trump era la única persona autorizada a firmar cheques para su cuenta personal y que no participó en la firma de ningún cheque para su negocio porque esos activos habían sido depositados en un fideicomiso cuando se convirtió en presidente, dijo..
Donald Trump Jr. y el entonces director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, tenían la autoridad para firmar cheques para la empresa.
Después de testificar en el juicio del expresidente Donald Trump por presunto encubrimiento de pagos a cambio de silenciar la historia de un encuentro sexual, Stormy Daniels, la actriz porno en medio del caso, abandona la corte.
Daniels declaró por dos días, en extenuantes interrogatorios por parte de la Fiscalía y de la defensa de Trump.
El abogado de Trump, Todd Blanche, dice que la defensa solicitará otra vez que el juicio sea declarado nulo basándose en el testimonio de Stormy Daniels.
También dice que pedirán impedir el testimonio de Karen McDougal, la modelo de Playboy cuya historia es similar a la de Stormy Daniels, ya que presuntamente recibió una suma de dinero similar a la que recibió la actriz porno para acallar la historia de una aventura con Trump.
La contable Rebecca Manochio y su testimonio le sirve a la Fiscalía para usar evidencia de correos electrónicos y envíos por correo a la Casa Blanca cuando Trump estaba allí.
Manochio explicó el procedimiento de envío de documentaciones contables y cheques a la Casa Blanca para que Trump firme.
Los fiscales mostraron facturas de FedEx, la empresa con la que enviaban documentación contable en la Organización Trump.
Manochio con su testimonio podría incluir a Trump en los cheques con los que se le pagó a Michael Cohen, los 130,000 dólares que él a su vez le hizo llegar Daniels.
Los reembolsos a Cohen son un punto clave del caso de la Fiscalía, porque su registro en los libros contables es donde puede residir el fraude del que se acusa a Trump y su organización.
Tras el final del testimonio de Stormy Daniels, la contadora de la Organización Trump, Rebecca Manochio, subió al estrado para testificar sobre el proceso por el que Donald Trump firmaba cheques cuando era presidente.
Manochio ha sido forzada a dar testimonio en este juicio por una citación. Trabaja desde 2013 en la Organización Trump y fue empleada bajo Allen Weisselberg, quien fuera el director financiero de la empresa.
Contó que Weisselberg y Trump interactuaban todos los días cuando ambos estaban en la oficina. Este relato es clave para la contrucción del caso de la Fiscalía, ya que sitúa a Weisselberg como el arquitecto del pago a Michael Cohen, en un extracto bancario de la empresa fantasma de Cohen para el pago a Daniels.
La testigo completó todos sus interrogatorios y abandonó el estrado.
Mientras Daniels bajaba del estrado y salía de la sala del tribunal, Trump desvió la mirada de ella.
Stormy Daniels estuvo declarando a las preguntas de la fiscal y luego a las de la abogada de Trump por dos días. La primera jornada fue el martes, cuando mayormente respondió a la Fiscalía, este jueves su paso por el estrado se centró mayormente en el tenso interrogatorio de la abogada de Trump.
A propósito de la pregunta de la abogada de Trump a Stormy Daniels sobre si había inventado su supuesto encuentro sexual con Trump, la fiscal Hoffinger preguntó:
“A fin de cuentas, ¿decir públicamente la 'verdad' sobre el señor Trump ha sido algo positivo o negativo en su vida?”
“Negativo”, respondió Daniels.
La testigo contó que aunque ha ganado dinero desde que surgió su historia, también ha tenido que gastar mucho y ha tenido que modificar aspectos de su vida familiar.
Hoffinger señala al jurado que muchos de los comentarios de Daniels en la red social Twitter, ahora X, fueron en respuesta a amenazas y ataques despectivos hacia ella.
La fiscal mostró una publicación de la red social de Trump, Truth Social, del 4 de agosto de 2023, en el que Trump dice en mayúsculas: "SI TU VAS POR MI, YO VOY POR TI".
La testigo dice que entendió que eso era una amenaza contra ella porque fue justo cuando Trump presentó la solicitud para que Daniels le pague los honorarios legales.
La fiscal de Manhattan, Susan Hoffinger, retoma el cuestionario a Stormy Daniels luego de la finalización del contrainterrogatorio por parte de la defensa de Donald Trump.
Esta etapa, en la que Hoffinger cuestiona sobre puntos dichos en el interrogatorio de Necheles, la abogada de Trump, se llama redireccionamiento.
Hoffinger replica a las afirmaciones de la abogada de Trump de que Daniels ganó dinero con la historia sobre el encuentro sexual. Apunta que, si bien ganó dinero, también le costó mucho y le sigue costando.
Entre otras cosas porque Daniels tiene que pagarle a Trump más de medio millón de dólares en honorarios legales por un juicio fallido anterior. También ha tenido que pagar por seguridad privada para prevenir ataques en su contra y trasladar a su hija para preservarla.