¿Otro jefe de la Cámara Baja destituido? Qué podría pasar con la amenaza de Marjorie Taylor Greene
La representante republicana por Georgia Marjorie Taylor Greene anunció el miércoles pasado que activará la moción para obligar a sus colegas a votar en los próximos días para destituir al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson.
Aunque se trata de la misma maniobra de procedimiento usada exitosamente para destituir a su predecesor, el también republicano por California Kevin McCarthy, el anuncio de Greene fue recibido por sus colegas con indiferencia y escepticismo, al considerar que la medida está destinada al fracaso.
¿Cuáles son las circunstancias que hacen que la moción para destituir a Johnson sea menos efectiva que la que destituyó a McCarthy en octubre?
Johnson cuenta con el apoyo de los demócratas, por el momento
Los representantes demócratas anunciaron que defenderán a Johnson frente al esfuerzo de Greene para destituirlo, debido a que trabajando con él lograron aprobar iniciativas de ley clave para sus prioridades, algo que podría no ser posible nuevamente con otro líder.
Esto contrasta por la posición que tomaron en octubre, cuando apoyaron los esfuerzos para destituir a McCarthy, quien había dado carta blanca a su bancada para abrir una investigación para el impeachment al presidente Joe Biden por motivos que nunca fueron claros.
“Los republicanos de la Cámara de Representantes no quieren o no pueden controlar a Greene ni a los republicanos extremistas del MAGA (siglas de la frase 'Make America Great Again')”, dijo el líder de la minoría Hakeem Jeffries en relación a la maniobra para destituir a Johnson, agregando que es por eso “que se necesitará una coalición y una asociación bipartidista para lograr ese objetivo”.
Desde su llegada a la presidencia de la Cámara de Representantes, Johnson ha demostrado voluntad para negociar con los demócratas con el fin de aprobar las legislaciones necesarias para superar problemas como la posible parálisis del gobierno federal y la aprobación de los paquetes de ayuda militar a Ucrania, Israel y Taiwán.
Esto fue posible porque, a diferencia de McCarthy, Johnson no tuvo que pactar con la extrema derecha republicana en la Cámara Baja, a la cual Greene pertenece, para llegar al cargo.
Su elección fue producto de un consenso entre las varias facciones de la muy dividida bancada republicana, después del fracaso de las candidaturas de los republicanos Steve Scalise y Jim Jordan, y de semanas de parálisis en el Congreso por las diferencias entre los republicanos.
A pesar de ello, Johnson ha mantenido sus posturas conservadoras de extrema derecha, logrando mantener con éxito, hasta el momento, un balance entre sus posiciones ideológicas y las necesidades prácticas que se imponen para mantener el Congreso en funcionamiento.
Pero es precisamente el acercamiento a los demócratas uno de los puntos por lo que Greene quiere destituir a Johnson. “Ahora tenemos a Hakeem Jeffries saliendo una y otra vez, abrazando a Mike Johnson con un cálido abrazo y un gran beso. Quieren mantener unida a la banda”, dijo Greene a los medios el miércoles. “Están compartiendo el mazo. Lo están manteniendo juntos”, consideró la representante.
De acuerdo a un reporte del diario The Washington Post, que cita a “varias personas familiarizadas con el pensamiento del liderazgo republicano”, Johnson podría ordenar la consideración inmediata de la moción después de que Greene la active formalmente.
Esto provocaría un voto inicial para llevar adelante o eliminar la moción, y solo en caso de llevarse adelante se procedería a la votación para destituir a Johnson. Los demócratas prometieron su apoyo para eliminar la moción en el primer voto, pero no intervendrían para salvar a Johnson en caso de que la segunda votación se lleve adelante.
Johnson cuenta con el apoyo de Trump
El expresidente Donald Trump ha manifestado en varias ocasiones su respaldo a la gestión de Johnson, de quien se ha expresado con elogios en varias ocasiones y con quien se reúne con frecuencia en su club privado Mar-a-Lago en Palm Beach. Sin embargo, para Trump sería conflictivo mostrar públicamente su apoyo a Johnson contra los esfuerzos de Greene para destituirlo.
Greene, al igual que los representantes republicanos Paul Gosar, de Arizona, y Thomas Massie, de Kentucky, quienes apoyan las moción, son partidarios irrestrictos de Trump, lo que pone el expresidente en la complicada situación de tener que elegir públicamente entre aliados en medio de su campaña por la presidencia.
Greene, dijo a los medios que el objetivo de la moción era ayudar al expresidente, ya que Johnson había financiado el Departamento de Justicia que “quiere encarcelar a Trump de por vida”. “Lucho por Trump todos los días y es por eso que ahora me enfrento a mis colegas”, agregó Greene.
A pesar de que Trump pueda verse impedido de manifestar públicamente su apoyo a Johnson, entre los representantes republicanos que puedan estar indecisos o temerosos de la reacción de su base, es importante saber que cuenta con el apoyo del exmandatario al momento de decidir cómo votar en caso de que Greene cumpla con sus amenazas. Afortunadamente para Trump, el apoyo de los demócratas a Johnson podría permitirle evitar tener que tomar una decisión de cara a la base republicana.
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