Miguel Hernández, 88 años, Tecate (Baja California). En el pintoresco parque central de Tecate, una pequeña ciudad con la etiqueta de “Pueblo Mágico” y que es conocida en el mundo por ser el lugar donde se fabrica la cerveza del mismo nombre, Miguel Hernández tiene claro que votará a Andrés Manuel López Obrador en las elecciones del 1 de julio. “Baja California ha sido panista por mucho tiempo, pero ahora está de lado de Obrador”, asegura Hernández, un retirado que ha pasado 5 de sus 88 años en Tecate. Él confía en que el abanderado de Morena acabe con la corrupción que tanto afecta a su ciudad y al país.
Crédito: Ana María Rodríguez
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Mayra Medina, 18 años, Tecate. Esta estudiante que nos encontramos en Tecate votará el 1 de julio por primera vez pero aún no sabe por quién lo hará. Ella dice que sus amigos tampoco han tomado una decisión. “Me dicen que no saben, que es algo que no les interesa; se les hace aburrido”, señala.
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Jorge Benítez, Mexicali. Protestando frente a unos carteles de su organización, Mexicali Resiste, nos encontramos a Jorge Benítez indignado con la construcción de una fábrica de la cervecera Constellation Brands que cree que le va a quitar el agua a su municipio. El activista asegura que políticos y exservidores públicos tienen las manos metidas en la obra, ya sea representando legalmente a la empresa, ayudándole a obtener permisos o tienen la licitación para edificar la planta. De cara a las elecciones del domingo, pide a los candidatos locales “que miren el problema que causará esta empresa. Estamos en una zona desértica con escasez de agua”, insiste.
Crédito: Ana María Rodríguez.
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Francis Ramírez Díaz, 63 años, Yuma (Arizona). Nacida en México pero residente en Estados Unidos por más de cuatro décadas, Francis Ramírez dice que no votará en las elecciones de este domingo porque no se registró a tiempo para tramitar su credencial de elector en el exterior. Sin embargo, le gustaría que cambiaran las cosas en su país de origen. “Yo voy para allá a cuidar a mi mamá y miro todas las injusticias (...) Eso da mucha tristeza, a nuestro México querido, que está tan lindo, y que ahora es una perdición, completa”, dice. La mujer teme que si gana el candidato puntero en las encuestas, López Obrador, el país tome el rumbo de Venezuela, como alegan sus críticos. Sin embargo, tampoco cree en los otros candidatos. Crédito: Ana María Rodríguez.
Guadalupe Sánchez, 71 años, Yuma. Desde hace 32 años, don Guadalupe Sánchez vive en Arizona pero no se olvida de su país natal: México. Dice que él le apuesta al cambio y que el 1 de julio votará por López Obrador. “A ver si hay cambio porque con estos otros, no hay nada”, afirma. “Todo el mundo quiere votar por López Obrador, ya estuvo con los demás”.
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Susi Godoy, 49 años, Yuma. Originaria de San Luis Río Colorado (Sonora), Susi Godoy dice que votará en las próximas elecciones presidenciales pero aún no sabe por quién. Lo que sí que tiene claro es que el próximo presidente debería mirar más a los inmigrantes que buscan un futuro mejor. “Pienso que el gobierno mexicano debe de aportar más para que no esté cruzando gente para acá y se estén perdiendo vidas”, apunta.
Crédito: Ana María Rodríguez.
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Adolfo Quiroz, Sonoyta (Sonora). Por casi cuatro décadas Adolfo Quiroz ha mantenido y fortalecido su compañía ‘Hielera de Sonoyta’, un negocio familiar que cuenta con nueve empleados. Por estos días, cuando las temperaturas superan los 40 grados, es de los más populares entre los vecinos. El hombre le pide a las autoridades locales que salgan elegidas el domingo que mejoren el sistema de deshechos, el drenaje de aguas y la salud pública. Respecto a la presidencia de México, cree que la gente está desesperada con la actuación de los partidos que se han alternado en los úlitmos años el poder y ve a López Obrador con esperanza. Crédito: Esther Poveda
Verlon M. Jose, territorio binacional Tohono O’odham (Arizona - Sonora). Verlon Jose es vicepresidente de la nación indígena Tohono O'odham. Nació en territorio estadounidense, pero desde hace 30 años puede votar en México. La ley permite que los de los Tohono O’odham se registren como electores siempre que puedan demostrar que sus antepasados vivieron del lado mexicano. Los candidatos a la presidencia mexicana lo saben y al menos dos les han tocado las puertas para pedirles su apoyo. En las semanas previas a las elecciones, Jose fue invitado a un encuentro en la Ciudad de México con uno de los directores de campaña de Andrés Manuel López Obrador, mientras que Ricardo Anaya se reunió en persona con él. "El mejor candidato para la presidencia de México va a ser un presidente con puertas abiertas, un presidente que pueda mover a la gente hacia adelante. Uno que ponga a la nación Tohono O’odham en la mesa de negociaciones", afirma él sin revelar su voto. Crédito: Esther Poveda
Arturo Munguia, Nogales. Nacido en Tijuana, Arturo Munguia tenía tan solo 9 meses cuando su madre se lo llevó a Bakersfield, California. Allí vivió hasta enero, cuando fue deportado. En Nogales trabaja en un centro de llamadas mientras espera aque se resuelva su caso en las cortes estadounidenses. Como no cree que pueda regresar a Estados Unidos se plantea cómo retomar su vida en este lado de la frontera y, aunque no votará el domingo porque no se inscribió a tiempo, tiene una petición para el próximo presidente: “Ayuda para la gente que no conoce México. Nos tienen que ayudar a conseguir los documentos mexicanos, porque para mí fue un problema”, pide.
Crédito: Esther Poveda.
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Marco Franco, 25 años, Douglas (Arizona). Pese a que se mudó a Estados Unidos, Marco Franco, un joven originario de Mexicali y residente en Douglas, no quiere renunciar a su derecho a elegir al próximo presidente de México. Por eso, siguió los trámites para pedir el voto por correo. Dice que lo que más le preocupa de las próximas elecciones es que quien salga elegido mantenga una buena relación con EEUU. “Quisiera que el candidato pudiera asegurar que va a haber una buena relación para la frontera ya que mi familia vive en la frontera”, afirmó. Crédito: Esther Poveda
Lorenzo García Domínguez, 65 años, colonia El Millón, Ciudad Juárez (Chihuahua). Lorenzo García no sabe por quién votar este domingo. No cree en ninguno de los candidatos que han tocado su puerta en la colonia El Millón, en Ciudad Juárez, a escasos metros del muro fronterizo con El Paso.
“Tanta gente que ha venido y tanto que han prometido... El día de la elección, cuando esté ahí frente a la planilla, decidiré”, asegura este campesino, quien cuenta lo difícil que se ha hecho trabajar en sus cultivos de alfalfa, algodón o de trigo por las presiones de criminales en la zona que le prohíben regarlos en la noche, cuando el flujo de agua es mayor. “Ningún candidato ha hecho nada por nosotros aquí”, lamenta.
Crédito: Luis Velarde
“Tanta gente que ha venido y tanto que han prometido... El día de la elección, cuando esté ahí frente a la planilla, decidiré”, asegura este campesino, quien cuenta lo difícil que se ha hecho trabajar en sus cultivos de alfalfa, algodón o de trigo por las presiones de criminales en la zona que le prohíben regarlos en la noche, cuando el flujo de agua es mayor. “Ningún candidato ha hecho nada por nosotros aquí”, lamenta.
Crédito: Luis Velarde
Rocío Gallegos y Gabriela Minjares, Ciudad Juárez. Estas dos periodistas acaban de emprender un reto: han fundado una web para publicar investigaciones sobre corrupción, narcotráfico, desapariciones de personas y asesinatos en Ciudad Juárez. Ambas saben que enfrentan dos grandes amenazas: la de la violencia criminal y la presión de los políticos y no tienen esperanzas de que un nuevo presidente, gobernador o alcalde puedan acabar con la inseguridad en la que ejercen el periodismo los reporteros en México. “No vemos un cambio para nosotros en un futuro, porque hasta ahora ningún candidato ni local ni nacional ofrece garantías para mi libertad de expresión, de informar y el derecho de los ciudadanos de saber”, asegura Gallegos. Crédito: Luis Velarde
Domingo Hernández de León, 73 años, Boquillas del Carmen (Coahuila). Cuando este cantante de rancheras que vive del dinero que le dan los turistas piensa en las elecciones del 1 de julio, solo pide a quien gane en su municipio que le dé cemento para su casa. Tiene un techo que armó con varas de carrizo, pero ya está “muy viejito”, asegura. También quisiera que asignaran más médicos al pueblo, que pudieran venir con más frecuencia y no cada una vez al mes por dos semanas. Crédito: Luis Velarde
Rosa Benavides, 28 años, Boquillas del Carmen. Con lo que gana su esposo trabajando en el campo y ella vendiendo artesanías de alambre, Rosa Benavides mantiene a sus cuatro hijos. Su familia estuvo entre quienes abandonaron Boquillas del Carmen en 2003 cuando Estados Unidos cerró la frontera después de los ataques terroristas a las Torres Gemelas. Ahora Benavides no sabe por quién votar: “Porque cuánta cosa nos dicen en la tele y qué pasa, nada. Vienen, nos prometen y no nos ayudan. Ni siquiera vuelven”, lamenta. Crédito: Luis Velarde.
José Carlos Padilla Flores, 32 años, Boquillas del Carmen. José Carlos Padilla reconoce que no le gusta mucho la política y que no cree en las promesas que los candidatos van regando con cada apretón de mano en época electoral. “A mí me gusta es trabajar. Ellos no resuelven mucho. No sé decirte nada de los políticos”. Eso sí, si tuviera que pedirles algo, sería que terminaran los 80 kilómetros de carretera que conectan a su municipio con el resto del país. Crédito: Luis Velarde.
Dalia Yanos, 45 años, Laredo (Texas). Pese a que tiene una casa esperándola al otro lado de la frontera, en Nuevo Laredo, y a que se está planteando volver por los menores costos de vida, Dalia Yanos lleva 20 años sin elegir a ningún gobernante y tampoco tiene tarjeta de elector. “Es más de lo mismo. Siempre hay campaña y no hay alguien a quien irle. Prometen cosas y a la media hora no las cumplen”, asegura. Crédito: Luis Velarde
Cristina Rodríguez, 60 años, San Benito (Texas). Cristina Rodríguez ya planificó su rutina del domingo. Se levantará tan temprano como pueda en su casa en San Benito (Texas) para cruzar la frontera a Matamoros y llegar a su casilla de votación, incluso antes de que abra a las 8:00 am. "Yo me voy sola manejando". Ni su esposo, que es estadounidense, ni ninguno de sus dos hijos en Estados Unidos la acompañará a votar. "Mientras uno pueda, debe ir a votar porque eso es lo más importante para un mexicano. Hay que servir de ejemplo", afirma. "Anteriormente sí votaba al mismo partido", dice. "Pero veo tantas cosas que para dar mi voto esta vez quiero pensarlo bien". Crédito: Luis Velarde.
Bryan Tader Amador (19 años) y Vanessa Hernández (20 años), Matamoros, Tamaulipas. Su corta edad no impide que Bryan Tader Amador y Vanessa Hernández estén hartos del funcionamiento de la política mexicana. "Solo buscan satisfacer cosas mínimas y la gente se deja (...) siento decepción", dice Tader, quien apenas ha votado en una elección local por el PRI. Ahora marcará la boleta a favor de Morena porque considera que demuestra en su discurso "más compromiso con la gente". Por su parte, Hernández era seguidora del Partido de Acción Nacional (PAN), pero también le dio la espalda y votará por Morena, porque cree que "le hará bien al país, mejorará la seguridad, bajará los impuestos y apoyará a los jóvenes". Crédito: Luis Velarde