Las hormonas de la píldora acabaron con mi libido

Google es, hoy en día, la respuesta para todo. El buscador ha llegado a reemplazar desde clases de cocina, hasta psicólogos y médicos. Cuando el deseo sexual por su novio de apenas un año comenzó a descender, Susana corrió a buscar en su celular la respuesta ante la inminente tragedia que amenazaba la felicidad y estabilidad de su relación.
Algunos artículos decían que era el estrés, otros que era cuestión de mala comunicación en la pareja y otros más que era cansancio. Algunos blogs hablaban de resequedad y dolor vaginales, que ella no sentía, y de rechazo por la sexualidad después de haber dado a luz, pero ella ni era mamá ni tenía intención de serlo. Preocupada, Susana se preguntó si se estaría volviendo asexual.
Finalmente, después de un par de semanas de investigación virtual y más preocupada que al inicio, decidió ir a visitar a su médica. "No leas cosas en Internet”, le dijo la doctora, tranquilizándola con una sonrisa. "¿Qué método de planificación estás usando?”, continuó. "Estoy tomando pastillas, hace tres meses comencé”. Resulta que la tal pastillita era la culpable de que a Susana no le dieran ni el más mínimo deseo de tener sexo con su novio.
Después de haber usado condones durante meses, Susana y su pareja habían decidido dejar los preservativos de lado y usar otro método de planificación. Les pareció que la pastilla era lo más sencillo y común y ahí estaban tres meses después, sin los condones que les molestaban tanto pero sin nada de sexo.
Su caso no es el único, ni la falta de libido está exclusivamente relacionada con las pastillas, pero sí con el componente activo de la inmensa mayoría de los métodos de planificación: las hormonas.
Existen dos tipos principales de fórmulas anticonceptivas: los llamados métodos combinados, que contienen estrógeno y progesterona y otros que sólo contienen progesterona. Ambas hormonas se producen de manera natural en el cuerpo, hasta ahí todo bien, pero cuando se altera sus niveles el cuerpo puede reaccionar mal. Muy mal.
Multitud de estudios han explorado la correlación entre los métodos anticonceptivos y el deseo sexual, con resultados variables: la mayoría de las mujeres no suelen tener problemas, pero algunas sí han reportado un descenso del deseo. También sabemos es que los anticonceptivos hacen que disminuya el nivel de testosterona, hormona relacionada con la libido y con el periodo de aumento del deseo sexual previo a la ovulación que algunas mujeres experimentan.
Paola siempre tuvo mala memoria y pensar en recordar tomarse una pastilla diaria le nada nervios. Por eso optó por ponerse la inyección de Depo-Provera cada tres meses. Para el momento de su segunda dosis se había "convertido en un ogro”, como ella misma lo recuerda. El cóctel hormonal de la inyección no solo había acabado con su vida sexual, también la mantenía con cólicos constantes y con un genio que la hacía sentir "como si estuviera en mi periodo, todo el tiempo”.
Desafortunadamente, el mundo de la prevención de embarazos avanza a paso lento y la mayoría de los métodos de planificación siguen siendo para la mujer. Las buenas noticias: primero, además de los condones masculinos, existen otros métodos que ellos pueden ensayar como la inyección, los parches de gel y la vasectomía (hay que estar completamente seguros de que no se quiere tener hijos). Segundo, hay ciertos consejos a tener en cuenta para que las hormonas de los anticonceptivos no acaben con tu vida sexual y el resto de tu salud.
¿Cómo ganarle la batalla a las hormonas?
- Opta por un método de planificación con bajo contenido hormonal. En el caso de las pastillas, por ejemplo, busca una que tenga menos de 50 microgramos de estrógeno por píldora. Esta dosis es ideal para las mujeres que han tenido malas reacciones a las hormonas o para las que recién comienzan a usarlas.
- Pon atención a los signos. Si notas sangrados irregulares entre tus periodos, vómitos sin explicación, dolores de cabeza intensos o falta de apetito sexual, consulta a tu médico. Lo menos que quieres es poner en riesgo tu salud.
- No te dejes sugestionar por lo que oigas o leas. Sólo porque hay mujeres que tienen ciertas reacciones a los anticonceptivos, no significa que tú vas a tener los mismos. Muchas veces nos sugestionamos tanto que terminamos desarrollando síntomas que tienen que ver más con el poder de la mente que con el efecto de las hormonas.
- Como todo el la vida, ensayar, cambiar y ajustar son la mejor fórmula para descubrir cuál método es el mejor para ti y se ajusta a tu cuerpo.