Gina Rodríguez está convencida de que la falta de dinero no debe impedir el a una buena educación

Gina nació en Chicago y es la hija menor de un matrimonio puertorriqueño. Además de ser una talentosa y conocida actriz, tiene una fundación para ayudar a comunidades poco favorecidas y participa en campañas que le hacen sentido para influir en cambios sociales necesarios, como #DifferenceMaker (de Clinique), que busca motivar a las mujeres para hacer una diferencia, ya sea en su comunidad o en su vida personal.
Rodríguez ha sabido convertir los obstáculos en oportunidades para ser mejor. La actriz salió adelante gracias a la educación que le dieron sus padres y a la perseverancia que caracteriza su personalidad. A pesar de haber alcanzado el éxito, Gina no ha perdido la cabeza y hoy puede compartir lo que le ha funcionado en su vida personal.
Para ella es importante promover el valor que tiene la educación para salir adelante. En conversación con Univision Trends, habló sobre cómo busca hacer una diferencia en su entorno:
¿Qué opinas del poder de los latinos en Estados Unidos?
Con más de 55 millones de personas provenientes de varios países latinos en EEUU, tenemos la oportunidad de aceptar las distintas culturas y así, unidos, convertirnos en un fuerza imparable.
¿Cómo fue crecer en tu entorno? ¿Y cómo tú y tu familia mantuvieron o con sus raíces?
Al crecer, un olor de arroz con gandules invadía mi casa mientras Héctor Lavoe sonaba y mis padres bailaban en la cocina. Mi abuela nos narraba las historias sobre las veces que marchó con los nacionalistas puertorriqueños y de la lucha por la Libertad de Mumia o contra la Escuela de las Américas (School of Americans)... conocimientos que nunca hubiera adquirido en las clases de historia.
Ensayé salsa desde que me arrastraba por el piso y aprendí español, la lengua de mis antepasados. Puerto Rico fue nuestro segundo hogar. Gracias a sus cascadas siempre sentí amor por la madre naturaleza. Observé a mis padres trabajar duro para conseguir la mejor educación posible para mí y para mis hermanas.
Asimilé cómo ellos afrontaban las circunstancias y a través del trabajo duro siempre trababan de hacer lo mejor posible ante cualquier situación. Ellos siempre han sido apasionados, nos educaron a mis hermanas y a mí con amor y dedicación. Rieron, lloraron, nos dijeron la verdad. Esa es nuestra herencia.
¿Qué valor tiene para ti la escuela?
Sin la educación que recibí no estaría en la afortunada posición en la que hoy me encuentro. La alfabetización es la puerta de entrada al éxito, por lo que una organización que promueve la alfabetización y la igualdad de género en la educación es 'música para mis oídos'.
¿Cuál es el mejor consejo que le puedes dar a los más jóvenes?
El que me dio mi padre de pequeña. Él me inculcó que me repitiera a mí misma el siguiente mantra cada mañana: "Hoy va a ser un gran día. Yo puedo y yo lo haré". Esas palabras significan mucho, me las sigo repitiendo todos los días y me inspiran a ser la mejor versión que puedo ser de mí misma.
¿Puedes dar algún consejo para lograr que los niños borren de su mente la frase ‘no puedo’?
Compartiría con ellos lo que personalmente hago cuando tengo uno de esos momentos en los que dudo de mí: yo hablo conmigo misma, analizo mis propios pensamientos y trato de ser clara con esa realidad. A continuación resuelvo un plan de ataque para combatir esa realidad de mis pensamientos, me ‘sacudo el polvo de las rodillas’ y lo vuelo a intentar.
En cuanto a la educación, ¿qué acciones promueves para influir positivamente en las comunidades que tienen menos ingresos?
Si Dios quiere, con el reciente nacimiento de la fundación We Will Foundation (que instituí con mis hermanas) tendremos más recursos para ayudar a muchas comunidades.
Hasta ahora hemos asistido en los programas de arte, en las actividades deportivas que se dan después de clases y hemos apoyado a clínicas de salud familiar. Esperamos siempre ser capaces de contribuir no sólo económicamente, sino también poder dar nuestro tiempo.
Actualmente estoy dando pláticas para el Hispanic Scholarship Fund y Planned Parenthood), entre otras organizaciones. Compartir mi historia puede ser una herramienta poderosa para motivar a otros, que viven en comunidades con muy poca esperanza o recursos.
¿Cómo te convertiste en miembro directivo de la junta del Fondo Hispano de Becas (Hispanic Scholarship Fund)?
Mis padres nos hicieron conscientes sobre esta organización. Lo que les ayudó fue el hecho de que ellos sabían cómo buscar apoyo económico, así que nuestra educación no se limitó por razones financieras. Eso nos permitió a mis hermanas y a mí ir a las universidades que deseábamos.
Me gusta mucho el trabajo que hace el Fondo Hispano de Becas (HSF) en las distintas comunidades, por eso yo deseaba ser parte de ese cambio. Fue un verdadero honor cuando me pidieron que me uniera a la junta.
¿Cuéntanos qué tan sencillo o difícil es ser un ejemplo a seguir?
Mis hermanas fueron mi modelo a seguir. Ellas no lo pidieron. Tampoco eran conscientes de su responsabilidad. Querían que mi vida fuera más fácil que la de ellas, por eso asumieron ese papel. La vida es difícil. Ya sea que la estás viviendo para ti misma o para los demás, es complicada.
No creo que por ser un modelo a seguir yo piense más sobre qué tipo de vida quiero vivir. Las responsabilidades que tengo conmigo misma y el tipo de decisiones que tomo son las más importantes. Y es de esperar que esas decisiones puedan ayudar e influir a que otros vivan una vida en donde sean responsables de sí mismos.
Estoy muy lejos de ser perfecta. Yo fallo y también dudo de mí misma. Pero no dejo que eso gobierne o domine mi vida. Si yo puedo compartir algo de estos 32 años de caos, éxito, fracaso, amor y experiencia a cualquier persona, entonces lo haré.
¿Quién es la mujer a la que más iras y por qué?
Vengo de una familia de leonas. iro a mi madre y a mis dos hermanas mayores.
¿Qué tan difícil es ser tú misma y tener confianza en Hollywood?
La mayor parte de las inseguridades son ficción, así que trato de mantener un diálogo interno sano para ser amable conmigo misma. Supero los días malos sabiendo que, sea lo que sea que estoy pasando, tengo un sistema de apoyo que me ayuda y no tengo pena de pedir su ayuda. Una de mis palabras favoritas es 'T'shuvah', que significa 'el retorno de lo bueno'. Así que en cualquier momento de mi viaje sé que tengo la opción de volver al camino en el que deseo estar. No hay nada que me pueda vencer, soy capaz de dominar cualquier situación a través de la determinación, el trabajo duro y la fe.
¿Cómo mantienes los pies en la tierra?
Nunca he entendido esa pregunta. Mis pies están en la tierra porque soy un ser humano. No soy inmune a la gravedad. Mis pies se mantienen así porque sangro, lloro, río, siento amor, como cualquier otra persona, sin importar el éxito que tenga, no soy diferente a las demás personas. No soy inmortal. Estoy aquí gracias a la ayuda de los demás, la lucha y la perseverancia. No llegué a este lugar sola y de eso me acuerdo todos los días.
¿Dónde encuentras belleza?
La belleza inicia en el interior, así que empieza por amarse a uno mismo. Ésta es la vida que te han dado, así que no huyas de ella, ejecuta con ella. Corre rápido y desde lo más profundo de tu corazón, acepta a esa hermosa, potente e increíble mujer que eres, ¡ahora mismo!
¿Cómo definirías a la belleza?
La belleza la define cada quien de manera individual. Mi belleza la defino por mi servicio a los demás, mi espíritu solidario, mi fuerza o mi luz durante los momentos oscuros o difíciles, mi cuidado por tener un corazón humano y por ser voz de quienes no tienen voz. Mi belleza es siempre cambiante y trabajo en ella todos los días. Inicia desde mi interior y entre más trabajo en ella, más se refleja en el exterior.