Claves para elegir un buen instructor de yoga

Por Adriana del Moral
El yoga ha sido practicado en Asia –principalmente en India- por más de 2,500 años, pero sólo en décadas recientes se ha extendido su práctica en otras partes del mundo. Esta disciplina es conocida por contribuir a la unidad entre cuerpo y mente, mediante la combinación de aspectos físicos, psicológicos y espirituales del individuo.
En Estados Unidos, más de 22 millones de personas hacen yoga en la actualidad, así que la oferta de clases y maestros es tan grande que puede resultar difícil elegir. Es una gran idea comenzar tu 2016 con una práctica de yoga, por lo que estos son algunos aspectos que debes considerar para encontrar la opción ideal para ti.
¿Qué tipo de yoga me conviene más?
La mejor manera de averiguarlo “es tener la experiencia directa y tomar varias clases para averiguar qué estilo te gusta”, recomienda Ana Paula Domínguez, instructora de yoga kundalini certificada en el Instituto Ayurvédico de Nuevo México, Estados Unidos, y Poona, India.
En general, la enseñanza de yoga en Occidente se centra en el Hatha yoga, donde las prácticas físicas tienen un papel fundamental. Dependiendo de tus objetivos, hay algunos tipos de práctica que pueden ser más adecuados para ti. Domínguez, también fundadora y directora del Instituto Mexicano de Yoga, ofrece la siguiente guía sobre los principales tipos de Hatha yoga:
—Hatha, Sivananda o Iyengar yoga. Estas variedades ayudan a liberar el estrés y tener una mejor postura. También funcionan para cuestiones terapéuticas o de rehabilitación.
—Kundalini o Siddha yoga. Para acercarse a estas alternativas no se requiere flexibilidad, ya que sus posturas no son complejas. Se recomiendan para quienes buscan equilibrio emocional o practican por motivos espirituales.
—Ashtanga, Vinyasa, Bikram o Power yoga. Estos estilos pueden ser practicados por personas saludables con buena condición física, que quieren acercarse a una práctica físicamente más demandante.
¿Cómo elegir a un buen maestro?
Diferentes estilos de enseñanza pueden adaptarse mejor a tu personalidad. Sin embargo, algunos puntos que en general debe tener un buen instructor de yoga son:
— Interés: “Debe mostrar interés por todos y cada uno de los alumnos, cuidando a todos según lo que cada uno puede hacer, y motivándolos”, explica Josefina Leone, fundadora de la Federación Mexicana de Yoga Universal, quien ha formado a cientos de instructores de yoga durante más de 33 años. También es importante que se adapte al nivel de los estudiantes, porque “los más antiguos pueden realizar cosas que los novatos aún no pueden”.
— Conocimiento: Idealmente, un maestro “sabe guiar y tiene claro qué debe hacer, ofreciendo instrucciones paso a paso”, explica Leone. También debe “observar al alumno para darse cuenta de sus habilidades físicas, su temperamento y carácter”. Ana Paula Domínguez añade la conveniencia de verificar si el profesor cuenta con una certificación de Yoga Alliance o de otra institución.
— Precaución: Un punto crucial es que el instructor pregunte a los alumnos, antes de iniciar la sesión, si tienen algún problema o condición física, para que pueda modificar las posturas según las necesidades de cada uno, destaca Domínguez. Además, debe enseñar a los alumnos a reconocer las señales internas del cuerpo y usar la respiración para alcanzar las posturas, antes de promover un esfuerzo extremo para lograr una determinada posición.
— Sensibilidad: Para Leone, quien actualmente dirige la Escuela de Yoga Universal Diksha, lo más importante en un maestro es que, además de dominar las posturas, se enfoque en “tocar el corazón de los alumnos con algún ejercicio de respiración, una palabra que sensibilice e impulse, algo que permita la catarsis”.
Asimismo, es importante buscar que el centro donde se impartan las clases tenga ventilación, esté limpio y cuente las herramientas necesarias para llevar a cabo las sesiones. Para algunos el factor de cercanía a la casa o al trabajo es crucial, mientras que para otras personas tiene más peso sentir un buen ambiente y poder relacionarse con facilidad.
Riesgos de hacer yoga sin una guía adecuada
Aunque esta práctica ha demostrado tener muchos beneficios para la salud, no está libre de riesgos. En 2010, un total de 7 mil 948 personas recibieron tratamiento por lesiones relacionadas con el yoga en Estados Unidos.
En casa “el alumno puede hacer posturas simples o seguir videos de kundalini yoga”, señala Ana Paula Domínguez. “El problema es cuando se quieren practicar posturas avanzadas como parados de manos o de cabeza sin guía, porque el practicante puede lastimarse”.
Para evitar efectos adversos, es indispensable conocer las posturas. Con la ayuda y supervisión de un instructor calificado, cada persona puede encontrar cuáles le benefician y cuáles pueden dañar su cuerpo particular, de acuerdo a sus debilidades y limitaciones.
Además, como en cualquier otra actividad, es importante que el avance sea gradual. Recuerda que la práctica de yoga debe estar en armonía con las verdaderas capacidades de tu cuerpo para brindarte una sensación de esfuerzo reconfortante y permitirte obtener todos los beneficios de esta disciplina.