'La Bella y la Bestia' tiene un mensaje oculto sobre el VIH: es muy triste
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Entre las producciones de Disney más importantes de la década de los 90 se encuentra 'La Bella y la Bestia', película animada basada en una novela del siglo XVIII escrita por Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve.
En el 2017 se estrenó la versión live action de este clásico de la animación y para promocionarla, varios meses antes de su lanzamiento, algunos de la producción concedieron entrevistas a distintos medios.
Entre ellos estaba Bill Condon, uno de los guionistas de la nueva película, quien además de confirmar para 'Attitude' que sería la primera producción de Disney con un personaje abiertamente gay, reveló que la cinta animada de 1991 tuvo una importancia personal para Howard Ashman, una leyenda de la industria.
Howard Ashman era un dramaturgo y letrista estadounidense, conocido por su trabajo en el musical 'Little Shop Horrors' y por las canciones de películas como 'La Sirenita', 'Aladdin' y 'La Bella y la Bestia'.
'La Bella y la Bestia': la metáfora oculta del SIDA
Alan Menken, otro importante escritor de Disney, reveló para 'Playbill' en el 2014, que mientras trabajaban en 'La Sirenita', 'Aladdin' y 'La Bella y la Bestia', Ashman estaba sufriendo por el SIDA.
En otra entrevista a 'Entertainment Weekly' en el 2015, Menken explicó que Ashman había sido diagnosticado con VIH a mediados de la década de los 80, pero no se lo decía a nadie, debido al estigma que sufría la comunidad LGBT en esa época.
Por su parte, Condon comentó a 'Vanity Fair' que Ashman decidió convertir a 'La Bella y la Bestia' en un mensaje, para que de una u otra forma su problema saliera a la luz. El personaje de “La Bestia” le dio al dramaturgo una forma de abordar su enfermedad.
Dos de las canciones principales de la cinta reflejan el estigma contra la sexualidad y la enfermedad de Howard Ashman. La primera fue la canción de LeFou sobre Gaston, mientras que 'Kill The Beast' era una metáfora a la persecución que vivía la comunidad LGBT.
El productor Don Hahn, en una entrevista a 'Den of Geek' del 2010, dijo que Ashman prácticamente estaba muriendo mientras trabajaba en las letras de 'La Bella y la Bestia'.
Para Ashman, el hechizo sobre la Bestia era una metáfora para su enfermedad y esa maldición, cuya cura se veía lejana, había traído tristeza a todos sus seres queridos.
Howard Ashman falleció el 14 de marzo de 1991 a los 40 años de edad en la ciudad de Nueva York, tan solo 7 meses antes del estreno en los Estados Unidos de 'La Bella y la Bestia'.
Menken siguió trabajando para Disney, pero tal y como dijo al 'New York Times' en 1992, su partida dejó un hueco imposible de llenar, debido a que nunca había trabajado con una mente tan brillante, cuyas canciones siempre parecían perfectas para las producciones teatrales o películas para las que trabajaba.